sábado, 16 de outubro de 2010

Manifiesto:

Señoras y señores
Esta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos
La poesía de gafas oscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se refractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es otra cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
«Libertad absoluta de expresión».

Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!

La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.



sexta-feira, 15 de outubro de 2010

Cantinflas

Popol Vuh


Entrevista Subcomandante Marcos





Estridentismo



“Y resulta aún más curioso encontrar la simpatía del pintor Diego Rivera por el estridentismo, creando un caligrama muy especial (…).

JOSÉ VICENTE ANAYA: ¿Dónde empieza y dónde termina la poesía visual de México? In:
alforja REVISTA DE POESÍA, Invierno 2002-2003, México, p. 13-19.

CANCIÓN DESDE UN AEROPLANO

Manuel Maples Arce

Estoy a la intemperie
de todas las estéticas;
operador siniestro
de los grandes sistemas,
tengo las manos
llenas
de azules continentes.
Aquí, desde esta borda,
esperaré la caída de las hojas.
La aviación
anticipa sus despojos,
y un puñado de pájaros
defiende su memoria.
Canción
florecida
de las rosas aéreas,
propulsión
entusiasta
de las hélices nuevas,
metáfora inefable despejada de alas.
Cantar
Cantar.
Todo es desde arriba
equilibrado y superior,
y la vida
es el aplauso que resuena
en el hondo latido del avión.
Súbitamente
el corazón
voltea los panoramas inminentes;
todas las calles salen hacia la soledad de los horarios;
subversión
de las perspectivas evidentes;
looping the loop
en el trampolín romántico del cielo,
ejercicio moderno
en el ambiente ingenuo del poema;
la Naturaleza subiendo
el color del firmamento.
Al llegar te entregaré este viaje de sorpresas,
equilibrio perfecto de mi vuelo astronómico;
tú estarás esperándome en el manicomio de la tarde,
así, desvanecida de distancias,
acaso lloras sobre la palabra otoño.
Ciudades del norte
de la América nuestra,
tuya y mía;
New-York,
Chicago,
Baltimore.
Reglamenta el gobierno los colores del día,
puertos tropicales
del Atlántico,
azules litorales
del jardín oceanográfico,
donde se hacen señales
los vapores mercantes;
palmeras emigrantes,
río caníbal de la moda,
primavera, siempre tú, tan esbelta de flores.
País donde los pájaros hicieron sus columpios.
Hojeando tu perfume se marchitan las cosas,
y tú lejanamente sonríes y destellas,
¡oh novia electoral, carrusel de miradas!
lanzaré la candidatura de tu amor
hoy que todo se apoya en tu garganta,
la orquesta del viento y los colores desnudos.
Algo está aconteciendo allá en el corazón.
Las estaciones girando
mientras capitalizo tu nostalgia,
y todo equivocado de sueños y de imágenes;
la victoria alumbra mis sentidos
y laten los signos del zodíaco.
Soledad apretada contra el pecho infinito.
De este lado del tiempo,
sostengo el pulso de mi canto;
tu recuerdo se agranda como un remordimiento,
y el paisaje entreabierto se me cae de las manos.

Poemas interdictos, 1927.

Manifiesto estridentista: http://cinosargo.bligoo.com/content/view/437521/Manuel-Maples-Arce-Manifiesto-estridentista-1921.html#content-top

quarta-feira, 13 de outubro de 2010

Tina Modotti



Tina Modotti, Las manos del titiritero. México, 1929

“Tina Modotti, hermana, no duermas, no, no duermas
tal vez tu corazon oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.
Descansa dulcemente, hermana.
La nueva rosa es tuya, la nueva tierra es tuya:
Te has puesto un nuevo traje de semilla profunda
Y tu suave silencio se llena de raíces.
No dormirás en vano, hermana.
Puro es tu nombre, pura es tu frágil vida
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma,
De acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delicada estructura.
El chacal a la alhaja de tu cuerpo dormido
aún asoma la pluma y el alma ensangrentada
como si pudieras, hermana, levantarte,
sonriendo sobre lodo.
A mi patria te
llevo para que no te toquen,
a mi patria de nieve para que tu pureza
no llegue el asesino, ni el chacal, ni el vendido:
Allí estarás tranquila.
¿Oyes mi paso, un paso lleno de pasos, algo
grande desde la estepa, desde el Don, desde el frío?
¿Oyes un paso firme de soldado en la nieve?
Hermana, son tus pasos.
Ya pasarán un día por tu pequeña tumba
antes de que las rosas de ayer se desbaraten.
Ya pasarán a ver los días, mañana,
donde está ardiendo tu silencio.
Un mundo marcha al sitio donde tú ibas, hermana.
Avanzan cada día cantos de tu boca,
en la boca del pueblo glorioso que tú amabas.
Tu corazón era valiente.
En las viejas cocinas de tu patria, en las rutas
polvorientas, algo se dice y pasa,
algo vuelve a la llama de tu dorado pueblo,
algo despierta y canta.
Son los tuyos, hermana: los que hoy dicen tu nombre
los que de todas partes, del agua y de la tirra,
con tu nombre otros nombres callamos y decimos
Porque el fuego no muere.”

Pablo Neruda

Mais Tina: http://www.patriagrande.net/mexico/tina.modotti/biografia.htm

Circo Romano.





segunda-feira, 11 de outubro de 2010

518 años de invasión.

Extracto del libro MEMORIA DEL FUEGO de EDUARDO GALEANO.

Los peligros:

El que hizo al sol y a la luna avisó a los taínos que se cuidaran de los muertos.

Durante el día los muertos se escondían y comían guayaba, pero por las noches salían a pasear y desafiaban a los vivos. Los muertos ofrecían combates y las muertas, amores. En la pelea, se esfumaban cuando querían; y en lo mejor del amor quedaba el amante sin nada entre los brazos. Antes de aceptar la lucha contra un hombre o de echarse junto a una mujer, era preciso rozarle el vientre con la mano, porque los muertos no tienen ombligo.

El dueño del cielo también avisó a los taínos que mucho más se cuidaran de la
gente vestida.

El jefe Cáicihu ayunó una semana y fue digno de su voz:
Breve será el goce
de la vida, anunció el invisible, el que tiene madre pero no tiene principio: Los hombres vestidos llegarán, dominarán y matarán.

La telaraña:

Bebeagua, sacerdote de los sioux, soñó que seres jamás vistos tejían una inmensa telaraña alrededor de su pueblo. Despertó sabiendo que así sería, y dijo a los suyos:

Cuando esa extraña raza termine su telaraña, nos encerrarán en casas
grises y cuadradas, sobre tierra estéril, y en esas casas moriremos de hambre.

El profeta:

Echado en la estera, boca arriba, el sacerdote-jaguar de Yucatán escuchó el mensaje de los dioses. Ellos le hablaron a través del tejado, montados a horcajadas sobre su casa, en un idioma que nadie más entendía.

Chilam Balam, el que era boca de los dioses, recordó lo que todavía no había ocurrido:

Dispersados serán por el mundo las mujeres que cantan y los hombres que cantan y todos los que cantan... Nadie se librará, nadie se salvará... Mucha miseria habrá en los años del imperio de la codicia. Los hombres, esclavos han de hacerse. Triste estará el rostro del sol... Se despoblará el mundo, se hará pequeño y humillado. .





La mujer del puerto

Liliana Felipe

quarta-feira, 6 de outubro de 2010

Distintas formas de bailar la cueca.

El legado que dejó la negritud aca en el sur, junto al tango, el chamamé, la chacarera y mil ritmos mas.











Cesar Vallejo




LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

LOS NUEVE MONSTRUOS

I, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de sér, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,
hubo tánto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la arimética!
Jamás tánto cariño doloroso,
jamás tan cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tánta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rousseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás de perfíl,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más)
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tánto cajón,
tánto minuto, tánta
lagartija y tánta
inversión, tanto lejos y tánta sed de sed!
Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?
!Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.

terça-feira, 5 de outubro de 2010

Tons, unas cancionsitas pa aliviar las penas pe.







Cabalgo sobre sueños innecesarios y rotos...

¡MAIS! ¡MAIS! ¡MAIZ!

Chabuca Granda, zapateo e cueca: um pouquinho mais de Peru







Rockdrigo González




Mais: http://vimeo.com/13784939

Sor Juana (¿1648?-1695)




VERDE EMBELESO

Verde embeleso de la vida humana,
loca esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños, de tesoros vana;

alma del mundo, senectud lozana,
decrépito verdor imaginado;
el hoy de los dichosos esperado,
y de los desdichados el mañana:

sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por anteojos,
todo lo ven pintado a su deseo;

que yo, más cuerda en la fortuna mía,
tengo en entrambas manos ambos ojos
y solamente lo que toco veo.

PRIMERO SUEñO

Piramidal, funesta, de la tierra
nacida sombra, al Cielo encaminaba
de vanos obeliscos punta altiva,
escalar pretendiendo las Estrellas;
si bien sus luces bellas
--exentas siempre, siempre rutilantes--
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la pavorosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes,
que su atezado ceño
al superior convexo aun no llegaba
del orbe de la Diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta,
quedando sólo o dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba;
y en la quietud contenta
de imperio silencioso,
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves,
tan obscuras, tan graves,
que aun el silencio no se interrumpía.

Continua:http://users.ipfw.edu/jehle/poesia/primsuen.htm

sábado, 2 de outubro de 2010

y de yapa... El Ex Poeta Cuevas.

Mucho Mauricio Redoles



NO IMPORTA

hay viejos culiaos que no creen en nuestro amor...
no importa oh...!

hay viejos culiaos que no creen en la liberación de la mujer
no importa oh...!

hay viejos culiaos que no creen en la rebelión punk
no importa oh...!

hay viejos culiaos que no creen que en un poema se pueda decir:
viejo culiao
no importa oh...!

No importa, si yo la quiero y usté me quiere
No importa, escuchemos a la mitad de la humanidad que sangra una vez al mes por toda la humanidad
No importa, avivemos la cueca punk
No importa oh!!!
Escribamos poemas llenos de groserías, y metámonos el espíritu al bolsillo perro,
No importa oh!!!

CONFESION MATINAL.

Siempre pero con distintas luces
se me repite la misma pesadilla
la que tuve la noche del once de octubre de 1980
fue la siguiente:

Una línea de tren partía en dos la ciudad
esa línea no era posible atravesarla
por ella pasaban todos los trenes atrasados del mundo
descuartizando los intrépidos que osaban cruzarla
por eso a uno y otro lado los simples mortales
nos mirábamos las caras e intentábamos cambiar voces
sobre nuestras vidas.

(Uno de ellos era el Nano
y yo le gritaba
"Nano juntémonos alguna vez en la vida"
y el Nano me contestaba
"Sí, pero estamos envejeciendo cada vez más")

NO ERA CECILIA

Yo tuve una amiga que se llamó Cecilia
ese no era su nombre pero eso no importa
con Cecilia nos encontrábamos en un parque sin extensiones
un lugar iluminado por sus lagunas
caminábamos sin tocarnos ni hablar
yo al lado de ella ella al lado mío
Cecilia quería ir a un Club de Jazz en esa extraña ciudad
hoy Cecilia está muerta
murió hace años

Leí la noticia en un diario con despreocupación
porque nunca supe que Cecilia había muerto
porque Cecilia no se llamaba Cecilia
se llamaba papel de diario
chilena muerta
sudaca desaparecida
chicana quemada
pero era joven y era hermosa
esperaba mis humeantes poemas
¡cuando yo era el huevón más sólo del mundo!
¡Cecilia era el contacto con la otra voz!
con tu voz
murió Cecilia la que soñaba con la revolución la que soñaba con ese poema
hace muchos años nos abrazamos en ese parque de luz y última vez
no sabíamos que era la última vez y por siempre
nos abrazamos no más como dos jóvenes chilenos
en el destierro más absoluto
nunca intercambiamos promesas de ningún tipo
porque ella era la promesa porque yo era la promesa
hoy sus huesitos enterrados quizá dónde
hoy los míos temblando vivos

VERDE SUSURRO PA GEORGINA

Atraviesan los cenicientos funcionarios de la ciudad el puente de Londres.
En sus portadocumentos portan documentos todo, en un orden que nada ha desfilado, desafía nada nada todo existe aquí para corroborar la ley de gravedad
y graves en sus graves, sacuden alas escondidas los cenicientos funcionarios de la ciudad, el puente de Londres atraviesan.
No te manches nunca con ellos, Georgina; no los mires, piensa que no existen, que no saben ni suponen lo que ponen, no los sepas, no los aprendas, no los infles, no les des boletos ni pelotas, ni los pétalos de tus horas, ni tus iras, ni tus eros, ni tus oros, ni tus aros, ni tus rezos, ni tus roces, ni tus rizos, ni rus risas, ni tus ciclos, ni tus sigilios, ni tus siglos, ni tus sismos, ni tus cismas.
Estos eternos hombres de terno van atravesando el puente de Londres y.. ¡Odian sus propias sombras! sin saber porqué, porque odian sus pisadas y las monedas que llevan en los bolsillos y los bolsillos que llevan en su existencia y la existencia que llevan en los bolsillos, y el sudor de sus camisas y el pálpito de sus corazones, ¡Es una entelequia de mierda! Escatológico el sol les llamea España, el diario The Sun es su alma y la televisión su existencia negada en blanco y negro… o en color. Ves Georgina, te has manchado el rostro al mirar hacia el puente, toma este poema, límpiate, como ves, acá no hay héroes, y esta tierra aún es muy pobre.

PASO LA VIEJA

No nos acostamos nunca
ni tu te acostaste conmigo
ni yo contigo
Paso la vieja!

Hoy te miro
y no te puedo ni hablar de esto
Paso la vieja

Hoy te amo
Y no te puedo ni hablar de esto...
Paso

Recuerdo que andabas refriada
y yo decia palabras tales como
Catrenal...
Cachaspirina...
Vibramencima...
reias gastada...

Otro dia te acostaste en mi cama desnuda
te destapaste cuando dormias...
pero yo tenia que hacer..
En ese momento...
por la ventana que daba a la calle...
Paso la vieja!

Hoy me miras
y no me mencionas el tema
hoy me amas
y no me mencionas el tema
Paso la vieja...

no pasa...











Marina Abramović: The Artist is Here





What were some surprises you encountered during the performance? What insights did they contribute?

When I conceived this piece I really left it open to what’s going to happen, but the surprises I have are about the participation of the people—how people in New York accepted the piece and started sitting a really long time with me. This was especially interesting because, as we know, the American culture is an extremely materialistic culture and is based on money, and work, and the intensity of moving and living, and going always to the next thing. Here, everything was about stillness and about literally doing nothing and being in the present. So to expect an American to come to the Museum and sit seven hours, and not only sit for a long time but also to come back again and again, and create a community around this piece, this was very surprising. And I think especially the community—how the people actually started meeting each other around the work, how this circulated and how they continue to get into kind of a friendship situation—that was a really new thing to me.

Marina Abramović sits with the second-to-last sitter: Lama Doboom Tulku Rinpoche, a long time friend of the artist and Director of the Tibet House, the cultural center of the Dalai Lama in New Delhi. © 2010 Photograph by Marco Anelli

How did your experience change depending on whether people sat for a short time or a long time?

It was much better if the people sat longer than shorter because there was more time to work with the material, with the energy. When they sit for a short time, it’s kind of a short investment and they can’t get as much out of it. For me, it’s very important that I create the kind of circumstances in the space that when people come into that zone they actually forget about the time. And this really happened—people came and sat with me for forty minutes and they were thinking it was ten minutes, so they lost the sense [of time]. The longest sitting is definitely a more transformative experience for me and for the audience, too.

What do you make of the fact that so many people became emotional?

What is very new about this performance is that we always perceive the audience as a group, but a group consists of many individuals. In this piece I deal with individuals of that group and it’s just a one-to-one relationship. So, when you enter the square of light and you sit on that chair, you’re an individual, and as an individual you are kind of isolated. And you’re in a very interesting situation because you’re observed by the group (the people waiting to sit), you’re observed by me, and you’re observing me—so it’s like triple observation. But then, very soon while you’re having this gaze and looking at me, you start having this invert and you start looking at yourself. So I am just a trigger, I am just a mirror and actually they become aware of their own life, of their own vulnerability, of their own pain, of everything—and that brings the crying. [They are] really crying about their own self, and that is an extremely emotional moment.

Marina Abramović with the final sitter: Klaus Biesenbach, the curator of the exhibition. Photograph © 2010 Marco Anelli

For people who didn’t have the chance to sit with you but observed on the sidelines, what do you think the experience of the piece was from this purely external perspective?

First, there was an enormous amount of young people, which was for me very significant. We are living in this culture that is so isolated—everything is on the computer, and Twitter and blogs—so the people really lost the self a long time ago and they are so desperate to find something else. They invest an enormous amount of time waiting to actually get to sit. The last months it was this phenomenon where people first started [waiting] at six in the morning, then midnight, and the last few days the museum would close and if they didn’t sit they would just go around the block and start sitting until the next day. So, for me, the waiting to sit is a very important part of the piece because it’s not just about being there in the front, it’s about taking that time, and going through the process. To me, the waiting and the sitting itself are actually complementary.

Was there ever a point during the project where you were overwhelmed or wanted to quit?

You know, I never in my entire life quit a performance…except for if I will be hospitalized for any external reasons. Probably because my parents were two national heroes, quitting is not an option. I think if you have in your mind to quit, you are going to quit, but I never had this as an option. To me, my motto is if you say no to me, it’s just the beginning. But it was difficult, extremely difficult. The April month was very, very hard. In April, we had five Fridays, which means ten hours of sitting (editor’s note: the Museum is open from 10:30 a.m. to 8 p.m. on Fridays), and that was crucial because with seven hours the body adopts a rhythm, but the Friday always breaks the rhythm into pieces. It’ll be ten hours and the next day immediately seven hours, so I left the Museum to sleep a little and I’m already [back] in the Museum. That was really the hardest time, because I have lots of physical problems, you know, by being still—my legs, my shoulders, my arms.

But at the same time, I learned so much about my body. I learned that in your body you have so much space and you can actually move inside that. There is space between organs, there is space between bones, there is space between atom and cell, so you can actually start training yourself to breathe a kind of air into that space. And then I understood that the pain is actually not having space, it’s when organs and everything press inside, so by breathing air you can make the pain just disappear. And also [there] is a kind of mental commitment, you can actually concentrate to remove the pain away. These three months were a great exercise for me. By the end of this piece I actually had less pain than in the beginning. It’s interesting how you can solve that problem.

Do you classify your performances as successes or failures? And if so, do you think this performance will have changed you or your future practice?

For me, the performance is really important. I learn from my performances, not my life—because in life I always tend to do what I like and that’s kind of a disaster. But in performance I always put a very high task, which I have to complete, and because of the difficulties, I learn in the process, and I really make tremendous change in my private life. But this piece, I think it’s the most difficult task I’ve ever done. These three months it was a huge commitment mentally and physically, and I believe now that long durational work has absolutely the biggest potential to change you mentally and physically—the performer who performs, and also the audience who take task and give themselves time to be changed with the piece itself. So it works in both ways, not just me but the audience also, because the long durational work has this potential, it’s a kind of life energy extension.

Why did you decide to remove the table mid-performance?

Many years ago I was always talking about future art and I was thinking about this idea of how in the future objects should be removed and it should be just the transmission of energy between [artist] and the public. In the end of April I had the man with a wheelchair and in the middle of this piece I realized that I didn’t even know he had legs because the table is there, I don’t see. So I decided to remove the table and when I removed the table then the piece started having sense to me. I know now that I’m really interested more and more in immaterial art, that removing the table is just this direct connection. And I think that reached the point with the public reaction emotionally the most. I mean, everybody comes there, sits five minutes, and is already in tears, crying. It really removed all the obstacles.

This piece definitely changed me on a very deep level. And also, I realized how unimportant things are that had been important to me, how everything is actually such simplicity. We make this crazy life, and decisions. The first thing I’m thinking is to sell my apartment. I want a small room, because I don’t need all this. It’s really incredible how that works.